Desde el 2008, cada 25 mayo se conmemora el Día Mundial de la Tiroides, con el objetivo de concienciar a las personas acerca de la importancia del funcionamiento de esta glándula en el organismo y su impacto sobre la salud.
La tiroides es una glándula pequeña en forma de mariposa ubicada al frente del cuello. Produce hormonas que controlan la forma en que el cuerpo utiliza la energía. Estas hormonas afectan a casi todos los órganos del cuerpo y controlan muchas de sus funciones más importantes. Por ejemplo, afectan la respiración, el ritmo cardíaco, el peso, la digestión y el estado de ánimo.
Las enfermedades tiroideas son afecciones que alteran el funcionamiento de la glándula tiroide. Su especial cuidado y monitoreo constante a cargo de especialistas es crucial en el funcionamiento óptimo del cuerpo.
En México, las enfermedades tiroideas más comunes incluyen el hipotiroidismo, el hipertiroidismo, el bocio y el cáncer de tiroides. Según datos de una investigación de Dateras, —colectivo mexicano de investigación y análisis de datos— con soporte financiero de Merck, uno de cada 100 mexicanos tiene algún tipo de padecimiento tiroideo y más de 16 de cada 100 personas que se atienden en el sector público tienen hipotiroidismo.
Los padecimientos tiroideos son muy comunes, pero a veces pasan inadvertidos, ya que los síntomas se confunden con otras enfermedades como depresión, trastornos de ansiedad o problemas cardiacos.
Los síntomas y signos más comunes son: cansancio, aumento o pérdida de peso, alteraciones o variaciones del estado de ánimo, estreñimiento, dolor de garganta, hinchazón en el cuello, aumento de la sensibilidad al frío, debilidad muscular, dolores articulares, alteraciones en el ciclo menstrual, cambios en la piel, cabello y uñas, problemas de infertilidad en mujeres jóvenes, entre otros. Es importante que ante la presencia de síntomas se acuda a revisión médica a fin de evitar complicaciones.